domingo, 21 de octubre de 2012

Despedirse, #4


No es mi parte favorita de la vida, nunca he sabido a ciencia cierta si he podido dar con las palabras adecuadas para decir adiós, pero definitivamente no soy una persona que le tenga miedo a despedirse, soy de los que creen que para poder seguir avanzando hay que cerrar ciclos, agarrar esas maletas y moverse, decir chao sin remordimiento, sin que los sentimientos nos nublen la visión de lo que realmente "debemos" hacer.

Siempre armo estos discursos en mi mente, recojo una colección de palabras, las ordeno de forma tal que todo sea más sencillo, para que la despedida sea más llevadera, pero no siempre termino diciendo todo lo que pienso, a veces digo de más y otras -las más desafortunadas- termino diciendo absolutamente nada.

Pero la vida es muy corta para ir por allí dejando cabos sueltos, sobre todo porque no tengo 3 años y soy lo suficientemente maduro y responsable de mis palabras y actos, como para decir que es lo que siento y que es lo que quiero, para mirarte a los ojos, sonreír un poco -porque aunque diga que te odio, que eres lo peor que me ha pasado "sólo por el orgullo" de haberte perdido, lo cierto es que eres alguna parte bonita de mi vida- porque no puedo evitar hacerlo cuando te veo y finalmente decirte:

"En estos 10 meses en los que me has hecho sentir como nadie hasta el momento, quiero agradecerte por los buenos momentos, por lo malos momentos y por los momentos en los que desee estar contigo pero me fallaste, también por las veces que desee que no me tocaras pero no dejabas de hacerlo, por los momentos en los que me molestaba contigo y siempre lograste contentarme. Sé que no pude llegar hasta donde hubiera querido en tu vida, pero estoy más que seguro que toqué lugares que muy pocos han podido alcanzar y de alguna u otra forma hice vibrar las fibras de tu cuerpo, jugué bien mi juego y cree una dependencia, fui más allá y te quite el control de todo y aceptaste bailar a mi ritmo, hacer las cosas a mi modo, con mis condiciones...

Fernando, no tienes idea de lo que he llegado a sentir por ti y lo difícil que eso significa cuando te toca tomar la de decisión de dejarte ir, de decir que ya no tengo deseos de verte, que ya no tengo ganas de tocarte ni espero más besos o abrazos que me hagan sentir seguro y feliz, porque las razones ya las conocemos -tienes al amor de tu vida a tu lado y sé que hoy más que nunca dependes muchísimo de él, tu felicidad y futuro están atados a ese chamo- pero no me arrepiento de nada, no voy a negarte que siempre esperé de ti un 'quédate -mi nombre aquí-, no te vayas de mi', pero honestamente no soy lo suficientemente fuerte para seguir compartiendote.

Lo bueno de todo esto es que muy pocas fueron las palabras que me reservé, muy poco fue lo que pensé que no te dije, contigo me mostré como jamás me había mostrado con nadie, sin miedo, tal vez con el único temor a perderte, pero de qué sirve tener miedo si ya se ha cumplido, hoy acepto que he renunciado a ti. Ya no vale de nada decirte 'elígeme a mi, escógeme a mi, quíereme a mi' porque no quiero eso, no te quiero ni siquiera como amigo, gracias por todo, pero lo que siento por ti seguirá lastimándome si permito mantenerte en mi vida de alguna forma.

Solo te tomo la palabra, cuando me dijiste 'yo estaré en tu vida mientras me lo permitas, hasta que tú quieras', la verdad es que ya no quiero. Chao Fernando, gracias y mil veces gracias por mostrarme que la paciencia siempre tiene frutos, por enseñarme que las relaciones no tienen que ser como todo el mundo dice que son, finalmente sin rencores, sólo lo bonito y lindo que me hiciste sentir"

2 comentarios: